Aún sin palabras

Un silencio pasivo, nadie se atrevía a mencionar alguna palabra, mientras la familia y los amigos se despedían de aquel cuerpo que alguna vez tuvo el alma y el espíritu de una de las más creativas que mi propio ser ha conocido. Ahora mi mente se desprendió de mi cuerpo, son testigos mis ojos de algo que todavía no comprendo, mi razón e alejó de mi cuerpo y no estoy pensando más que lo que me da el momento. Los cantos al son de la guitarra se alcanzan a oír al fondo, mientras el pastor alardea que tendremos que estar felices, yo no lo veo así, predica sobre la vida eterna, pero la vida ya se le acabó, mi mente se pregunta otra vez, ¿Cuál vida eterna? Y ¿si no la hay?, acaso estamos viviendo en vano, somos nada más polvo en el viento como reza la canción, o que Dios tiene un plan para nosotros.

Tenía nada más 18 años, su vida apenas comenzaba, era divertida, creativa, inteligente, hermosa, era una hija excelente, orgullosa de si con un gran futuro por delante. Aún nadie habla todos seguimos callados, pero el silencio creo que quedará para siempre, porque ella ya no se reirá con nosotros, hermanos y amigos, padre y madre y un tío devastado, no lo aceptan todavía, veo mi cuerpo, estupefacto, pardo sin pensar, callado sin poder hablar, quiere llorar pero no puede, porque aún se siente culpable, porque sabe que por su obsesión no pudo tomarse el tiempo de ir y decir un hola o tal vez el último adiós.

Trato de hablar con Dios, pero mi boca no me responde, así que en mi pensamiento trato de entenderlo, cosa que nunca lograré, que envidia tengo, ahora ella ya está disfrutando de la paz que solo se puede obtener al lado de Él, ya no sufre, es un ángel, es una nube más en el cielo, su alma está ligada Dios. Yo no discuto su voluntad, así fue y así será siempre, Jehová dio Jehová quitó sea el nombre de Jehová bendito. No vivimos en vano, no vivimos al azar llevados por la brisa, es Dios quien tiene un plan perfecto para nosotros. No vivimos para nosotros, vivimos para Él.

Es lunes 18 de febrero, la primera semana sin ti mi amiga, creo que no compartimos mucho el último año, muy por mi culpa, porque me alejé y me encerré en mis cosas y nunca tuvimos tiempo de hablar, ni tuvimos tiempo de conversar un poquito y decir lo mucho que te apreciaba. Ahora ya no estás, en carne u hueso, estas ahí en cada cuadro que pintaste, en cada maqueta que terminaste, en cada vida que marcaste. Hasta muy pronto Paty.

Marzo 22 1989-Febrero 16 2008